martes, 17 de mayo de 2011

Despresurización informativa (o De como los medios nos engañan por omisión).



Seguro que todos conocéis la sensación que se tiene cuando se hace un viaje largo en avión. Cuando entras por la escalinata o el túnel de embarque te adentras en un microcosmos lleno de personas con el mismo interés que tú, llegar a su destino. Mientras dura la travesía lo más que puedes es fijarte en lo que hay dentro de cabina, o mirar por las minúsculas ventanas. El avión no es más que una pequeña mancha en el cielo difícil de distinguir desde la tierra y, cuando por fin bajas, ves que te encuentras otra vez ante el mundo. Y aunque sea en otro lugar, sigue siendo exactamente lo mismo.

Bien, pues esto es lo que ha ocurrido con las manifestaciones convocadas por Democracia Real Ya. Los que estuvimos en alguna de ellas sabemos muy bien como se desarrollaron y que la respuesta ciudadana fue multitudinaria. Como de momento no dispongo del don de la ubicuidad me limitaré a referirme a la que tuvo lugar en Madrid, siendo mis conclusiones extrapolables a las del resto de ciudades.

En este caso, nuestro 'avión' partió de Cibeles a Sol con un pasaje más que notable en términos cuantitativos, y cualitativos, como se terminaría viendo por las actitudes de los manifestantes. No extraña la escasa cobertura del evento por parte de los mass media, de hecho lo peor de todo es que a estas alturas nos parece normal.

La cabina de nuestra protesta permaneció estanca por decisión propia de los medios de comunicación, que bien dirigidos por sus intereses comerciales decidieron que su línea editorial no debía dar cabida a un movimiento ciudadano que refleja un sentimiento generalizado de hastío hacia una clase política afincada en el servilismo a las élites económicas. Ya no es una cuestión de discernir entre unos medios y otros en base a su orientación sociopolítica, porque cualquier atisbo de ideología ligada a la información ha muerto, la única ideología es el dinero. Todas aquellas manifestaciones informativas que vayan en contra de los intereses económicos son desdeñadas al instante. De esta manera se incurre en una doble infracción de la ética deontológica periodística: el desprecio sistemático hacia todos los manifestantes, puesto que era motivo de sobra para lograr un alto índice de impactos en los medios generalistas, y hacia las audiencias, ya que la manera de desvirtuar el interés informativo es flagrante.

Los primeros ecos de la actividad de las manifestaciones en estos medios supuestamente informativos se produjeron al día siguiente, enfocándose principalmente en la acampada espontánea que se había montado en la Puerta del Sol. Es tristemente cínico que ninguna de estas televisiones tuviera imágenes de la manifestación en sí. Debe ser porque no estuvieron.

Del asunto de la cobertura de la convocatoria en días previos no podemos hacer mucha valoración en términos de impacto, porque fue totalmente nula, no fuese a ser que a la gente le diese por ir. Esto nos da una imagen fidedigna de la radiografía de alineación de los mass media. No dudan en hacer la guerra por su cuenta para favorecer la psuedotendencia política que abrazan por amiguismos varios (es una tontería hablar de convicciones a estas alturas) pero cuando se presenta un movimiento que amenaza el establishment que garantiza su modelo de negocio corren a silenciar incluso lo evidente. Porque miles de personas llenando el trayecto que va de Cibeles a Sol durante horas, son una evidencia.

A estas alturas es poco útil hablar de teorías sobre los flujos y manifestaciones de la comunicación de masas, ya no nos encontramos ante algo como la Espiral del Silencio o la Agenda Setting, ni siquiera es la imposición del discurso dominante de manera obloigada y dirigida (no natural). Estamos ante actos organizados, premeditados y alevosos de delincuencia informativa que pretenden callar la voz de un sector de la sociedad que está en contra de la aceptación sumisa de un sistema que nos convierte en mercancías en manos de las élites financieras.

De la cobertura post-manifestación, ¿qué podemos decir? Casi mejor no decir nada, porque es lo mismo de siempre. Inexactitudes (voluntarias o accidentales), falsedades y errores de base. Para empezar, no fue una manifestación únicamente de jóvenes. A ella acudieron personas de todas las franjas de edad, incluídas familias con sus hijos pequeños y ancianos que no dudaron en unirse a la protesta. Del mismo modo que el término 'ansistema' se utiliza para catalogar cualquier tipo de acción ciudadana de un tiempo a esta parte. ¿”Proclamas antisistema”? ¿”Estética antisistema”? Que alguien me lo explique, por favor, porque la manifestación de Democracia Real Ya en Madrid fue marcadamente heterogénea y las proclamas que en ella se gritaron fueron lo mínimamente exigible en una tesitura como la que atravesamos.

Visto este comportamiento, me viene a la cabeza la locución pronunciada por Kevin Spacey en la película Seven, en la que explica cierta estrategia para obtener de manera inmediata la atención. Me pregunto si a estas alturas, la única manera será vernos obligados a "usar un mazo de hierro".



Mientras tanto, al otro lado de la cuerda, los políticos siguen con su campaña para las Municipales y las Autonómicas en un año en el que se han aumentado un 9% las subvenciones a los partidos para este menester mientras nosotros tenemos que sufrir ajustes y recortes porque hay que “apretarse el cinturón”. Deleznable.



Bien, pues una vez visto que se esfuerzan para mantener presurizada la cabina de esta protesta no vaya a ser que contagiemos a los que aún no se han enterado, sólo podemos decirles una cosa. El avión acaba de despegar, y el viaje va a ser largo, pero la mancha en el cielo que representamos será cada vez más grande, y eso no vais a poder esconderlo.

Dimitri

Agradecimientos:
Fotografía y Diseño, DRSO
Organización: Democracia Real Ya y Juventud SIN Futuro (Entre otras).

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