miércoles, 8 de junio de 2011

Rebajas de verano (o De cómo presionar a gobiernos no afines para comprar sector público a precio de saldo).



Leí ayer en la prensa como la victoria de Humala en las presidenciales de Perú ha acarreado una caída de la bolsa de Lima de entre el 8% y el 13%, dependiendo del medio consultado. Es más, el parqué peruano tuvo que ser cerrado tres horas antes de lo habitual para intentar contener la sangría de valores que se estaba produciendo motivada por los mismos de siempre.

Pasemos a analizar las razones de la caída provocada de la bolsa de Lima, que si bien son evidentes, no está de más hacer patentes en este artículo. En primer lugar, los medios califican a Ollanta Humala como un líder de carácter nacionalista y alineado con la izquierda. En muchos casos no se han hecho esperar las referencias, explícitas o implícitas, a su sintonía con Chávez que, como todos ya sabemos, es el demonio en persona y un dictador. La comparación es, de todos modos, un error de bulto, ya que el Humala se identifica quizá más con Lula que con el líder bolivariano.

En cuanto a Chávez, pasemos por alto que es un presidente electo, es un dictador y punto. Si lo dicen los medios de comunicación occidentales, a la fuerza tiene que ser verdad, ya que son totalmente independientes de los intereses económicos y su integridad y código deontológico les impiden mentirnos. Si esto no fuera así, adónde iríamos a parar, por favor.

En esta tesitura podemos entender perfectamente por qué esos demiurgos políticosociales situados por encima del bien y del mal, conocidos como mercados, no confían en Humala. Está claro que es mucho mejor para gobernar un país latinoamericano la primogénita de un asesino como Fujimori. La mano dura ejercida sobre la población siempre ha tranquilizado mucho a los poderes económicos, eso no es nuevo.

Sólo quiero hacer un pequeño apunte antes de volver al tema central que nos ocupa. De todos es sabido que la financiación de la trayectoria académica de Keiko Fujimori representa una más de las opacidades del gobierno de su padre. Ya no sé si comprobar que la posibilidad de corrupción es patrimonio de toda la clase política a nivel mundial, y no sólo de la española, es algo que me tranquilice o que me enerve aún más.

Volviendo al asunto, los señores mercados manifiestan ahora su falta de confianza en el gobierno de Humala, ya que creen que pueda alterar el modelo económico actual de Perú, conduciéndolo hacia la nacionalización de empresas privadas, algo deleznable para los neoliberales sin escrúpulos que adoctrinan con la desregulación de los sectores estratégicos como la única fórmula posible de prosperidad económica. De prosperidad para ellos, evidentemente.

Por eso no dudan en agitar la bolsa de Perú y hacer caer sus valores por encima de un 10% hasta que Humala no agache la cabeza reconociendo que va a plegarse a sus exigencias internacionalistas, favoreciendo una economía 'de mercado' y de sectores privados. Como el equipo financiero del gobierno aún no está formado, no dejarán de presionar el cuello de la economía peruana con su bota hasta que estén seguros de que otro país latinoamericano no va a girar hacia la izquierda.

De este modo son los propios empresarios del país los que presionan a Humala para formar un gobierno cuanto antes. Uno que, evidentemente se pliegue a sus necesidades y exigencias y les permita seguir desarrollando su actividad tranquilamente en una economía de mercado adecuada para los grandes capitales.

Lo mismo ocurre en el resto del planeta. Una de las quejas principales de los indignados, o como coño nos quieran llamar, a nivel mundial es esa. ¿Para qué votar en unas elecciones, si finalmente gobiernan los mercados? Volvemos a 'El Engranaje', de Jean Paul Sartre, en el que se ve como los poderes fácticos aprietan y ahogan hasta conseguir doblegar la voluntad de estados enteros.

Los movimientos de capitales en los mercados especulativos hacen tambalearse países enteros. Desde estos se promueve la asfixia de los estados que pueden suponer un mayor problema para las tendencias neoliberales. El asunto es fácil: hundimos a un país mediante la especulación, lo rescatamos, por el camino nos aseguramos su servilismo basado en los intereses de la deuda y, ya de paso, compramos baratas sus empresas públicas de sectores estratégicos. Del mismo modo, aduciendo la falta de liquidez de las arcas estatales, desinvertimos en necesidades cubiertas por el sector público y creamos un nicho para empresas privadas que, evidentemente, pertenecerán a los grandes capitales mencionados anteriormente. Eso es un 'melocotonazo' y no La Mandanga del Fary.

Realizando un análisis de situación motivado por la crisis financiera que atravesamos me atrevo a decir lo siguiente, por conspiranoico que suene. Desde mi punto de vista, este episodio no es más que un movimiento orquestado para expoliar los recursos públicos que quedan, así como para comprar a precio de saldo las propiedades de las personas 'normales' y, convertirlas cada vez más en esclavas de la economía de crédito.

Como hecho ilustrativo de esta teoría podemos referirnos a la prensa de los últimos días, en la que se ve como el gobierno griego ha vendido otro 10% de su operadora de telecomunicaciones nacional OTE a DT (Deutsche Telekom). Lo curioso de esta venta es que se produce prácticamente a precio de saldo, como reflejan varios medios de prensa especializada en economía. No es raro, ya que Alemania es el principal benefactor de Grecia y la que ha autorizado su rescate económico. (¿Nos va sonando de algo este patrón?) Así pues, una empresa alemana controla el 40% de un servicio de carácter estratégico griego, mientras que al gobierno de ese país sólo le queda un 10%, que será probablemente vendido en los próximos meses.

Vemos de este modo, como el país que representa una mayor fuerza de protesta en toda la zona euro es, curiosamente, el que atraviesa una crisis más acuciada, el que más agobiado está por acreedores extranjeros y más castigado por las agencias de previsión económica y la prima de deuda. Se somete económicamente mediante la especulación de los grandes capitales y los mercados internacionales a todos aquellos países en los que su masa social es incómoda y se trata de rebelar contra un sistema estructuralmente esclavista.

En lo referente a España, en este caso, podemos hacer un seguimiento del goteo informativo relacionado con la prima de la deuda española para darnos cuenta de la estrategia a seguir. Agencias de calificación como Moody's, que curiosamente forman parte del mismo sistema financiero que nos ha metido en esto, colocan la prima de riesgo española como una de las peores de la zona euro. No podemos olvidar dos cosas: Esta es una agencia privada, con intereses privados que poco tienen que ver con el bien común. Además debemos tener en cuenta que el factor 'miedo' ha sido el utilizado para forzar las reformas laborales y de pensiones, como ahora está pasando con la presión sobre Humala en Perú a cargo de los mercados.

Por otro lado, encontramos como curiosa la 'crisis del pepino'. Debemos tener en cuenta que en nuestro país la agricultura es un sector de un peso específico importante, máxime siendo 'la huerta de Europa'. Es de mala praxis que sin tener pruebas de ningún tipo, se culpe a vegetales de origen español del brote de una enfermedad causada por una bacteria que, casualmente es una cepa mutada. (A hablar de las farmacéuticas no pienso ni entrar en este artículo, pero vamos, aten cabos). Y lo más extraño de todo es que todo esto haya ocurrido justo después de la eclosión de un movimiento social como el 15M, la SpanishRevolution, o simplemente la indignación hasta el límite de una población harta de que nos tomen el pelo y encima nos digan que lo hacen por nuestro bien.

Vamos, blanco y en botella...